En cuanto al álbum, creo que es algo que tenéis que tener porque no es lo mismo ver las fotografías en el ordenador que en papel, pero lo considero un complemento. Para mí, lo más importante e imprescindible es que tengáis un buen reportaje de todo lo que ha pasado el día de la boda y, una vez hecho ese reportaje, si queréis, se puede hacer un álbum, tres o los que queráis, con las mejores fotografías para tener una especie de «resumen del gran día».
Además, yo lo planteo como una forma de no perder amistades… porque si les enseñáis las 2 000 o 3 000 fotografías que suelo entregar (solo de la boda; preboda y postboda aparte) a vuestros amigos… Es posible que perdáis a más de uno por el camino.
El álbum tiene que tener un diseño muy limpio, las fotografías tienen que respirar y, en conjunto, contar una historia. Fondo blanco, sin flores ni mariposas, únicamente las fotografías de vuestra boda en una composición que facilite la narración de vuestra historia de la forma más gráfica e impactante.
Vuestro álbum lo haré con muchísimo cariño, y no me gustaría que acabase debajo de la cama o en el armario, por eso mismo los álbumes que hago son de 38×25 cm, un tamaño perfecto para que podáis ver con todo lujo de detalles las fotografías y que, además, ¡cabe en cualquier estantería de Ikea!
Si vuestros padres no se conforman solo con que les enseñéis vuestro álbum, tenéis la opción de hacer unos álbumes idénticos, de tamaño ligeramente más pequeño, pero con el mismo acabado. Estos álbumes únicamente se pueden hacer si se hace el álbum principal.